EMPEZARON MAL.


El color de las camisetas que vestirán Francia y Nueva Zelanda el sábado en Cardiff, por los cuartos de final del Mundial, provocó roces entre ambos equipos debido a la similitud de las casacas. Haya paz, muchachos.

Las pruebas realizadas el miércoles demostraron el gran parecido entre, por un lado, las dos camisetas neozelandesas (la tradicional negra y la segunda camiseta, gris) y, por el otro, la azul oscura del XV de Francia, que según el sorteo efectuado el martes tiene derecho a elegir sus colores.

"Jugaremos de azul. Son los colores de Francia. Es un honor vestir esta camiseta", repetían el miércoles por la noche en el bando galo.

Cada equipo que juega la Copa del Mundo tiene la obligación de contar con dos camisetas de colores distintos y la segunda vestimenta de los franceses es blanca.

Hasta ahora nunca se había producido un caso como éste entre Francia y Nueva Zelanda, que siempre vestían sus colores tradicionales: un azul más claro para Francia y el negro para los All Blacks.

En el partido entre Escocia y Nueva Zelanda del 23 de septiembre en Murrayfield, los dos equipos lucían camisetas casi idénticas, algo que causó cierta confusión entre el público y los telespectadores.

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