Paddy Sheehan, fontanero neozelandés, llegó en 1913 a Suva, capital de Fiyi, para levantar el Gran Hotel Pacífico. Junto a él, otro puñado de kiwis se entregaron en cuerpo y alma a ello. Sheehan y sus paisanos aprovechaban el tiempo libre para jugar al rugby en las playas fiyianas. Los nativos se engancharon inmediatamente al juego. Tanto, que un año después se disputó la Liga Nativa entre cuatro clubes: Taipou, Tairere, Hill y Ofisa (la policía nacional).
En 1924 Fiji se estrenó ganando a Samoa (6-0). El encuentro se jugó a las siete de la mañana, porque sus rivales debían trabajar, en una cancha presidida por un enorme árbol en el centro del campo. Los fijianos maravillaron por la velocidad de su juego, pese a jugar descalzos. Algo que no cambió hasta 1938, cuando los All Blacks maorís les convencieron de las ventajas de ello. Un año después emprendieron una gira por Nueva Zelanda convirtiéndose en el primer equipo imbatido allí (seis triunfos y un empate). Pero el rugby XV sucumbió ante una modalidad reducida, el Seven, que ofrecía más espacio a los explosivos fiyianos. Hoy en Fiyi, 800.000 habitantes, hay 1.800 clubes censados.
Primera salida.
En 1967 se embarcaron hacia Europa provistos de sus ukeleles. Se plantaron en Arms Parks ante 50.000 curiosos atraídos por las rumores de un rugby vistoso llegado desde el Pacífico. Gales ganaba al descanso 28-9, pero tras el mismo, Fiji ofreció una exhibición de potencia y velocidad. Perdió 28-22, pero se ganaron el sobrenombre de los fijianos voladores. Europa cayó rendida ante la belleza del juego de Fiji, uno de los cinco países en los que el rugby reina (junto a Samoa, Tonga, Nueva Zelanda y Gales). Luego llegaron los títulos mundiales en Seven, los cuartos de final en el Mundial de rugby XV en 1987, el atraco del árbitro kiwi O'Brien ante Francia en el 99, el ensayo de Dewes el sábado ante Gales... Las playas polinesias son al rugby lo que las favelas al fútbol. Y de allí llega Fiji, los nuevos Globetrotters del rugby.
En 1967 se embarcaron hacia Europa provistos de sus ukeleles. Se plantaron en Arms Parks ante 50.000 curiosos atraídos por las rumores de un rugby vistoso llegado desde el Pacífico. Gales ganaba al descanso 28-9, pero tras el mismo, Fiji ofreció una exhibición de potencia y velocidad. Perdió 28-22, pero se ganaron el sobrenombre de los fijianos voladores. Europa cayó rendida ante la belleza del juego de Fiji, uno de los cinco países en los que el rugby reina (junto a Samoa, Tonga, Nueva Zelanda y Gales). Luego llegaron los títulos mundiales en Seven, los cuartos de final en el Mundial de rugby XV en 1987, el atraco del árbitro kiwi O'Brien ante Francia en el 99, el ensayo de Dewes el sábado ante Gales... Las playas polinesias son al rugby lo que las favelas al fútbol. Y de allí llega Fiji, los nuevos Globetrotters del rugby.
Es por eso que cuando los fijianos lograron pasar a cuartos de final en esta sexta vercion de la copa del mundo, hubo una fiesta nacional en ese pais,se paralizaron todas las actividades rutinarias para dar cabida al rugby, y los jugadores de esta ediciòn seràn recordados aya como heroes nacionales.
..................... Esto hace pensar que pasara si es que los fijianos logran pasar los cuartos.
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